Tengo muchas vivencias que contar, de forma que sus efectos son múltiples e interconectados entre si. Pero bueno, intentaré describirlas de forma ordenada. Ya me diréis si lo consigo…
También quiero volver a insistir en que hablo de MI EXPERIENCIA y que, por tanto, no pretendo que nadie se de por aludido (salvo las personas a las que quiero dar un merecido reconocimiento, claro está). Mi afán es que cada uno coja lo que pueda serle interesante o útil. Como dije, me gustaría abrir un debate con los demás para que también nos podamos beneficiar TODOS.
PISCINA
Poco antes del diagnóstico, muy cerca de mi casa, anunciaron la construcción de un complejo deportivo que incluiría piscina (Centro Deportivo Supera Entrepuentes). Al poco se abrió un proceso de preinscripción.
Por aquel entonces, ya me veía bastante torpe y pensaba que era debido a la falta de ejercicio. No lo dudé.
Tenía la idea de que, ya que no hacía deporte, el gimnasio me iba a venir bien y, sobre todo, tendría la posibilidad de nadar.
Siempre supe de los beneficios de la natación. Es uno de los ejercicios más completos y menos lesivos.
La finalización de la construcción del gimnasio coincidió con mi reciente diagnóstico y empecé a hacer ejercicio: sobre todo aeróbicos (bicicleta estática y elíptica) y aparatos con poco peso. Pero ese es otro tema…
Algunos días sueltos también fui a nadar.
Al principio iba pocas veces, ya que suponía un gran esfuerzo y era un poco decepcionante. Me explico: había que ir al vestuario a desnudarse, ponerse el bañador, tirarse al agua (brrrrr), nadar, estirar, ducharse y volver a vestirse (a veces con frío); también me sentía frustrado y agobiado ya que, al no estar habituado a nadar, me costaba mantenerme a flote, avanzaba poco haciendo mucho esfuerzo y tragaba agua.
En una de las primeras reuniones de la Asociación Sevillana de Ataxias, invitaron al Dr. Matilla que es una de las personas que más sabe de ataxias en España, no en vano lleva años investigando y trabajando sobre el tema. La conferencia versó sobre las posibilidades de la terapia génica en las ataxias hereditarias.
Además de hablar sobre el tema científico que le habían encargado, una de las recomendaciones que más repitió es que fuéramos a nadar.
Aquello se me quedó grabado «a fuego». Que nos lo recomiende tan insistentemente este hombre que sabe tanto del tema es por algo.
Neurólogos, rehabilitadores y fisioterapeutas, entre otros, recomiendan tratamientos, ejercicios, actividades… pero todos terminan admitiendo que el mejor ejercicio y más completo es meterse en el agua.
ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO, POR ESO HABLO DE ESTE TEMA EN PRIMER LUGAR.
Son de esas cosas que tuve muy claro: el problema no está en si tengo que hacerlo o no, sino, más bien, ¿como lo hago?.
Fue una de las primeras actividades que metí en mi rutina. De hecho, procuro ir tres o cuatro veces a la semana.
Me costó mucho los primeros días, pero en pocas semanas conseguí mantenerme y avanzar hasta que conseguí sentir que mi cuerpo lo necesitaba (y hasta llego a tener remordimiento cuando falto). Fue un HITO para mí darme cuenta de que era el único deporte en que estaba mejorando, cuando yo estaba acostumbrado a lo contrario.
Voy a intentar contar con mis palabras y en diferentes puntos las ventajas y beneficios de la natación:
– Por un lado, el agua disminuye la gravedad y ralentiza los movimientos, lo que ayuda al control de tu propio peso y del equilibrio. De hecho, en caso de que no se pueda nadar, siempre es beneficioso hacer ejercicio dentro.
– Ayuda a una buena tonificación del cuerpo. Os sorprenderéis al ver la cantidad de músculos que intervienen en las diferentes modalidades de natación:

Contribuye a mejorar el tono muscular de todo el cuerpo, pero el mayor beneficio está en el cuello y la espalda.
Carlos Luque, un buen neurofisioterapeuta que me trató, recomendó usar unos guantes con membranas interdigitales

y aletas para nadar, con el objeto de aumentar la resistencia y la potencia muscular necesaria para los movimientos.
– La natación es un deporte amable con las articulaciones: como he dicho disminuye el efecto de la gravedad y no se producen golpes ni movimientos bruscos. Además, el uso de aletas también aumenta la amplitud de los movimientos de los pies y favorece el correcto estiramiento de los músculos.
– Por supuesto que contribuye a un mejor control de la coordinación de los movimientos y, sobre todo, de la respiración.
– Cuando se lleva un tiempo entrenando con frecuencia, también se produce un aumento de la capacidad pulmonar, lo que se traduce en una mayor resistencia a enfermedades respiratorias y, sobre todo, a un aumento en la potencia espiratoria. Como veremos, esto es muy importante para la dicción.
Por todo ello, considero que la natación es el deporte más completo para mí. Es una fuente de satisfacción y, como veis, es muy beneficioso para muchos ámbitos de mi rehabilitación. He encontrado esta viñeta que resume mejor lo que yo he querido transmitir:

“Se como un pato. Calmado en la superficie, pero siempre remando como el demonio por debajo.”
Michael Caine
Replica a Carmina Cancelar la respuesta